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¿QUÉ ES UNA PRUEBA DE ESFUERZO?

Tu centro de pruebas de esfuerzo en Castellón y Mallorca

¿Qué es una pruEba de esfuerzo?

A continuación, puedes ver una relación de preguntas y respuestas sobre las pruebas de esfuerzo.

¿QUÉ ES UNA PRUEBA DE ESFUERZO?

La valoración funcional del deportista tiene como objetivo observar los fenómenos de respuesta y adaptación individuales que se producen ante las demandas derivadas de un esfuerzo físico, mediante la realización de una pruena de esfuerzo (PE) o ergometría. La prueba de esfuerzo es un examen funcional, no invasivo, que se utiliza para estudiar y valorar de forma objetiva la respuesta de los pulmones, el corazón, los músculos y de nuestro sistema metabólico, durante la realización de un ejercicio físico. Consiste en la aplicación de cargas físicas diversas a un sujeto como velocidad (km/h), pendiente (%), revoluciones por minuto (rpm), potencia (vatios), etcétera, que originan en el organismo una respuesta fisiológica en los diferentes sistemas y aparatos, de la que podemos cuantificar su intensidad en forma de frecuencia cardíaca, ritmo, presión arterial, registro del electrocardiograma, entre otros medios. Con la ergoespirometría introducimos la medición y análisis del intercambio de gases con la respiración (mascarilla) recogiendo variables como el consumo de oxígeno, la ventilación, producción de CO2, etcétera, que podemos relacionar con la velocidad, la potencia, el peso, la talla y otros parámetros para así valorar la condición física del deportista, determinando sus umbrales de entrenamiento.

¿Por qué debo someterme a una prueba de esfuerzo?
Para la aptitud

Evaluar tu forma física (factores fisiológicos y morfológicos) antes de iniciar un programa de entrenamiento. Éstos son factores que influyen en la prescripción y orientación de actividad física individualizada.

Para valoración fisiológica de la capacidad funcional 

En deportistas y no deportistas para conocer parámetros respiratorios y cardiovasculares que nos permitan planificar su entrenamiento, y así poder:

  • Evaluar las respuestas y adaptaciones del organismo entrenado al ejercicio y obtener datos para la mejora del entrenamiento y del rendimiento deportivo.
  • Determinar objetivamente la capacidad de rendimiento físico.
  • Prescribir la intensidad de las cargas de entrenamiento en deportistas de cualquier nivel, y en especial en deportistas de alto nivel para la mejora y optimización del rendimiento deportivo.
  • Control de los parámetros de esfuerzo a nivel máximo y submáximo.
  • Ajustar el ritmo de competición en pruebas de larga duración.
  • Valorar un inesperado bajo rendimiento del deportista.
¿Cuándo no se debe realizar una prueba de esfuerzo?
Existen situaciones en las que, bajo ningún concepto se podrá realizar la prueba de esfuerzo (contraindicaciones absolutas) y otras en las que esta prohibición depende de la gravedad de la patología en cuestión (contraindicaciones relativas). Igualmente existen también contraindicaciones específicas en deportistas (enfermedad aguda, lesión del aparato locomotor que impida la adaptación al ergómetro, enfermedad crónica debilitante, víspera de jornada de competición, día posterior a un esfuerzo extenuante). En estos casos será el médico quien decidirá si se puede realizar o no en ese momento, o es mejor posponer su realización.
¿Cuándo debo someterme a una prueba de esfuerzo?
Todas las personas que inician un programa de entrenamiento o realizan ejercicio físico con cierta regularidad deberían realizarse una prueba de esfuerzo como medida preventiva y con un objetivo de salud. Por otro lado, si eres deportista de cualquier nivel deberías realizarte una prueba de esfuerzo al menos una vez al año e incluso 2 ó 3, en diversas fases de tus ciclos de entrenamiento, para conocer la efectividad de tu programa de entrenamiento y poder optimizarlo/mejorarlo en su caso, modificándolo en función de los resultados y de las sensaciones que tengas.
¿Cómo es el desarrollo de la prueba de esfuerzo deportiva?

Para una correcta realización, se necesita un lugar adecuado (amplio, limpio, ventilado, temperatura de unos 20ºC, humedad relativa entre 40-60%); un equipamiento básico y suficiente pero sofisticado a la vez (tapiz/cinta para correr o cicloergómero-bicicleta, estos son los ergómetros más utilizados, desfibrilador, electrocardiograma de reposo y de esfuerzo de 12 derivaciones, analizador de gases,  tensiómetro, …). Por supuesto será imprescindible la presencia de personal profesional cualificado para su realización, como en este caso, Doctor en Ciencias del Deporte. Será necesario aplicar la metodología específica para garantizar en todo momento la seguridad del deportista, minimizando los riesgos (electrodos, malla, mascarilla, monitorización electrocardiográfica que se prolongará en la recuperación, PA en reposo, durante algunas fases de la PE y en recuperación, así como control del intercambio gaseoso y ventilación en aquellos casos en que la prueba de esfuerzo se haga con análisis de gases. Los protocolos más utilizados para la valoración funcional son específicos según el deporte, la condición física del deportista y el objetivo perseguido. Deberán ser progresivos (incrementales) aumentando gradualmente la intensidad del trabajo realizado. Al principio se anda o trota suavemente/se pedalea con escasa resistencia y el ritmo/intensidad aumenta progresivamente. La prueba deben ir precedida de una fase de calentamiento y seguida de otra de recuperación adecuadas. La duración de la prueba será de entre 8 a 12 minutos.

¿Cuándo se debe parar la prueba de esfuerzo?

El responsable detendrá el test cuando se produzcan problemas de tipo muscular, neurológico, visual, inadaptación o incoordinación al correr, deseo voluntario del sujeto de parar la prueba, fallos en el equipo, etc. que impidan poder continuar, o hasta que el mismo deportista decide que no aguanta más, y que está en su máximo esfuerzo (agotamiento). No se trata de sufrir innecesariamente ni de estar mucho tiempo corriendo o pedaleando, pues llega un momento en que se tienen los datos suficientes sobre frecuencia cardíaca, consumo de O2, ventilación, intensidad, para poder determinar las zonas de entrenamiento (aeróbico y anaeróbico) y darnos las orientaciones precisas.

Aspectos legales a tener en cuenta en las pruebas de esfuerzo
El sujeto-deportista aceptará la realización de la exploración después de recibir la información adecuada. Se le debe explicar el protocolo, preguntarle por las posibles contraindicaciones para la realización de la prueba de esfuerzo y comentarle las  posibles causas de detección del test. Por cuestiones legales deberá ofrecer su autorización y cumplimentar el consentimiento informado.
¿Qué informes, valoraciones y recomendaciones finales incluye la prueba de esfuerzo?

Explicaremos la prueba al deportista , cuáles han sido sus resultados en cuanto a su nivel deportivo y/o rendimiento, cuáles son sus zonas de entrenamiento aconsejadas y con qué pulsaciones entrenar en los diferentes umbrales (km/h o vatios) en función de sus objetivos de salud o rendimiento. Por último, recomendará repetir la prueba en un máximo de 12 meses (según nivel y objetivos del deportista), tal y como establecen las sociedades científicas del deporte nacionales e internacionales.

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